Regresó un investigador de su estancia sabática, descubriendo que su máquina de Hasefrog-XP marcaba unos errores del disco duro. En realidad, se trataba de mensajes de advertencia del SMART (¡ah! ¡no! ese es el Super Agente 86), me refiero a S.M.A.R.T.: Self-Monitoring, Analysis, and Reporting Technology (sic), indicando que el disco duro en cuestión estaba a punto de estirar la pata.
Esperando no tener que re-instalar Hasefrog XP, y mucho menos tratar de hacer un respaldo de información (aún hay usuarios que no saben que existe una carpeta que se llama "Mis Documentos") decidimos utilizar las herramientas NTFS-3G para copiar la información del disco viejo (de 80GB) a un disco nuevo (de 160GB), y de paso, utilizar toda la capacidad del disco nuevo.
Sea:
/dev/sdb el disco viejo con hasefrog XP
/dev/sdc el disco nuevo
Primero, copiamos la tabla de particiones:
# dd if=/dev/sdb of=/dev/sdc bs=1k count=1
Hay que quitar y volver a poner el adaptador USB para que se registren los cambios.
Luego, copiamos el disco viejo en el nuevo:
# ntfsclone --rescue --overwrite /dev/sdc1 /dev/sdb1
En seguida, con fdisk asignamos todo el espacio del disco a la particion NTFS (esto lo pudimos haber hecho desde el principio, pero no se nos ocurrió en ese momento).
Finalmente, le cambiamos el tamaño al ntfs con:
# ntfsresize --bad-sectors /dev/sdc1
Como era de esperarse, el nuevo disco no arrancó. Tal vez nos faltó información del MBR. Yo creo que nos faltó copiar el sector de arranque de la partición primaria. En realidad, ¿a quién le importa? Utilizando el CD-ROM de instalación del hasefrog XP entramos a "recuperar el sistema".
C> chkdsk /f /r
C> fixmbr
C> fixboot
¡Tará! El hasefrog XP regresó.
Larga vida a Linux, que sirve para hacer más fácil el trabajo en hasefrog XP.