Dice el dicho que no se pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo. Lo bueno que con Linux no es así (la mayoría de las veces).
A unos cuántos meses del EOL de RHEL4 tuve que conectar un disco externo para poner disponibles unos 10 GB de datos de un experimento realizado por la Coordinación de Transferencia de Energía y Masa del Centro de Investigación en Energía. Cual no sería mi sorpresa al descubrir que el disco externo tenía formato NTFS.
Una búsqueda rápida en el oráculo me llevó al sitio para descargar el RPM del paquete ntfs-3g para RHEL4. Como hacía rato que tenía instalado fuse (y sshfs) una vez instalado el RPM, bastó con aplicar la orden:
# mount -t ntfs-3g -o uid=526,gid=526,noexec,nosuid /dev/sdc1 /home/erm/external_disk
RHEL4 puede aprender trucos nuevos.