lunes, 5 de mayo de 2008
¡No me digas! ¿Y cómo te chocaron el auto?
Bueno, no fue en una avenida, sino en el Camino al Conalep, justo al dar la vuelta a la izquierda en la Privada Xochicalco, con todo y las luces direccionales encendidas, a escasos 150m del CIE; recibo un impacto en la puerta trasera izquierda de un taxista de Cuernavaca, placas 1851-LTG, con pasaje. El taxista no estaba asegurado.
Para colmo, se le acabó el crédito a mi celular, así que César me hizo el favor de llamar a la aseguradora desde el teléfono de la caseta de vigilancia. Lo demás, es una historia corta que sucede en un laaargo tiempo. Mi número de reporte: 204037, me atendió Ángel Rodríguez. Así mismo, Humberto (hegob) me prestó su teléfono celular, debí hacer un par de llamadas. Pasó mucha gente entrando al CIE, y más tarde aún más cuando estaban saliendo del CIE. Todas ellas se detenían un momento, y realmente agradezco las muestras de afecto de cada uno de ellos. Llegó el ajustador de la aseguradora, Quálitas, Rogelio Aguilar Pérez, y se determinaron los daños: reparación de puerta delantera izquierda, guardafangos izquierdo y la más grave: la puerta trasera izquierda, la cual probablemente habría que reemplazar.
Se le informó al propietario del taxi el monto de las reparaciones , y se lanzaron a conseguir dinero. Yo esperaba que ofreciera una parte, por lo menos la mitad, así yo podría poner la otra mitad, previa entrega de alguna garantía y luego de un plazo razonable la liquidación del adeudo. Desafortunadamente regresaron sin tener con qué negociar.
Como no se logró llegar a un acuerdo :-( se tuvo que llamar al agente de Tránsito. Así que tristemente tuvimos que llevar los dos automóviles al corralón de Temixco. El propietario del taxi nos dijo que en tres días reunía la cantidad necesaria. El viernes se verá.
Ahora, como dice la tira de Mafalda, tengo abollada la alegría de tener auto, la confianza en los demás, y una puerta :-)
Recién vengo llegando a la casa, así que aprovecho para dejar esta anotación en este aburrido blog. Ya les contaré en qué acaba.
P.D. No tengo las palabras suficientes para expresar mi más sincero agradecimiento al Dr. Oscar Jaramillo Salgado, por su valiosa ayuda y compañía durante estos eventos. Estoy en deuda con él.
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3 comentarios:
Ni hablar, en estos casos no queda mas que la resignación. Para los que hemos pasado por experiencias similares, solo demos gracias que no les sucedió nada.
Un abrazo,
Huy! te entiendo con eso de que te abollaron la alegria de tener un auto y la confianza en los demás, yo las tengo abolladisimas.
Yo sigo sin estereo y sin gato hidraulico, asi que ya hable con las 4 llantas del carro y tienen prohibido poncharse.
Y fue a tu camioneta? entonces otra vez sin acrro un rato... que mal plan y justo en día semi-feriado.
Mis condolencias por la puerta, pero lo bueno es que estas bien.
ping !
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